2025 será un año de paradojas, donde la tecnología avanzada se encuentra con la desconexión digital, donde el amanecer del trillonario choca con la reducción de costes y los desafíos prolongados del coste de vida y donde las marcas deben encontrar ese delicado balance entre la resonancia y el control.
Además, es hora de prepararse para las nuevas realidades, por nuestra propia imaginación y por la tecnología que evoca mundos imaginados de siguiente nivel donde vivir. Cuando las personas se enfrentan a problemas inquietantes, están creando de manera proactiva una realidad que les parece razonable: una realidad que es imaginativa y optimista. Este es un momento en el que los cócteles levitan, la tecnología puede ayudarnos a trascender las limitaciones del cuerpo y todo lo que imaginamos se puede realizar. 2025 es el año de las posibilidades.